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Encuentra tu flow

  • 26 October 2021
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  • por Alexa Treviño

¿Te ha pasado que cuando estás haciendo alguna actividad que disfrutas mucho te concentras tanto que parece como si el tiempo se detuviera, no te das cuenta de nada de lo que sucede a tu alrededor y puedes olvidarte hasta de comer por estar tan centrado en lo que estás haciendo?

Este es un fenómeno que el psicólogo positivista, Mihaly Csikszentmihalyi, ha estudiado desde hace muchos años y con el que desarrolló la teorí­a de la experiencia óptima o teorí­a del flow.

Este concepto es algo como lo que sucede en una escena de la pelí­cula de Pixar, Soul, donde Joe, el músico protagonista, se transporta a la zona al tocar el piano y es como si su alma visitara otro plano donde solo están él y su música que fluye sin esfuerzo.

Precisamente, "la zona" es ese estado de éxtasis en el que entramos cuando fluimos en la actividad que realizamos. En palabras Csikszentmihalyi, el flow "es un estado en el que la persona se encuentra completamente absorta en una actividad para su propio placer y disfrute, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos suceden unas a otras sin pausa".

El psicólogo entrevistó a muchos deportistas, artistas y músicos en su investigación de la teorí­a del flow y se encontró con que la mayorí­a describió que durante su estado óptimo de rendimiento, su trabajo simplemente fluí­a, sin tener que esforzarse mucho por lograrlo.

Pero no te preocupes si tu actividad no tiene nada que ver con el deporte o el arte. De hecho, se ha encontrado que el flow es un fenómeno universal que puede sucederle a cualquier persona, independiente de su género, raza, edad o profesión.

Esto es importante, ya que, según Csikszentmihalyi, la felicidad no es un estado permanente al cual llegar, sino algo que se genera basado en las actividades realizadas, y entrar el flow es una gran manera de lograr alcanzar la felicidad en la vida y sentir que tenemos control sobre ella.

Para el psicólogo, hay nueve elementos diferentes necesarios para poder fluir en lo que hacemos:

  1. Hay objetivos claros definidos para cada etapa de la tarea a realizar.
  2. Existe una retroalimentación directa e inmediata, lo cual permite que el comportamiento pueda ajustarse según se requiera.
  3. El nivel de habilidad y la dificultad del reto se encuentran en completo balance, es decir, la tarea a realizar no parece ni demasiado fácil ni demasiado difí­cil.
  4. Las acciones y la conciencia se fusionan, se actúa sin esfuerzo ni dudas.
  5. Todas las distracciones salen de la conciencia, toda la atención está concentrada en la actividad que propicia el flow.
  6. No hay preocupación por el fracaso, debido a la sensación de control que se genera al realizar la tarea.
  7. La autoconciencia desaparece, el ego se desvanece al estar en completa concentración en una tarea, no hay espacio para preocuparse por otros problemas.
  8. El sentido del tiempo se distorsiona, puede parecer que todo pasa más rápido o que el tiempo se detiene.
  9. La actividad realizada se vuelve un fin en sí­ misma.

El estado de flow, como la felicidad, no es un estado permanente, todo lo contrario, es completamente dinámico. Si realizamos la misma actividad que nos hizo entrar en flow una y otra vez, entonces el nivel del reto disminuye y por lo tanto se vuelve aburrida.

Por eso, el flow también es un impulsor para seguir buscando nuevos y más grandes retos. En una empresa, por ejemplo, es importante propiciar que todos fluyan en sus actividades para que la felicidad, la creatividad y el rendimiento grupal mejore considerablemente.

Si lo viéramos en una gráfica, el flow se verí­a algo así­:

Como podemos ver, si el reto es considerado demasiado difí­cil para nuestras habilidades, entonces el estrés y la ansiedad nos impedirá entrar en estado flow. Si, por el contrario, nuestras habilidades son superiores al reto, la tarea se volverá aburrida y no nos motivará a fluir.

La apatí­a es el estado en el que muchas veces nos encontramos por inercia, como cuando nos quedamos sentados viendo la tele o navegando las redes sociales: no hay un reto que nos motive a usar nuestras habilidades, no tenemos que esforzarnos por lograr algo.

Ninguna de estas situaciones promueve una existencia donde podamos alcanzar la felicidad. Por eso, la teorí­a de la experiencia óptima, sugiere desarrollar el flow en todas nuestras actividades, para alcanzar el estado de éxtasis y felicidad constante en nuestras vidas.

Entonces, ¿estás listo para dejarte fluir?

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